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PRIMEROS
SITIOS ARQUEOLOGICOS DEL MOGOTE

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| En la foto aparecen Tintín y Alberto durante la excavación de "Cueva del Campamento A" |
SITIO
"CUEVA DEL CAMPAMENTO A"
Cuando regresamos a Sagua del Dorado,
felices y contentos del descubrimiento de la primera zona arqueológica de la región, hicimos un breve chequeo a las cuevas
del Mogote (14 de Agosto de 1975) y ahora “con ojos expertos” veíamos
piezas indígenas por todas partes. Pero no fue hasta Enero de 1976 que después de efectuar la excavación del Dorado nos atrevimos
a efectuar intensas calas de pruebas en la Cueva del Campamento (sobre la Cueva del Agua) y más tarde la segunda excavación
(personal), ya que la otra mitad del Grupo Sabaneque también hacía sus reconocimientos por otras áreas de la región (Sagua
La Chica, Caguanes, Cayos, etc). En este sitio se halla por primera vez restos del fósil
Megalocnus rodens mezclado con la dieta indígena lo que pone una nueva incógnita en nuestras investigaciones porque
esto no había ocurrido antes en toda Cuba. Pero durante todo el año 76 continuamos
con nuestra misión espeleológica y con el catálogo zoológico que era nuestra prioridad. Después de la expedición arqueológica
por el río Sagua de 1976 no hice más arqueología hasta el 12 de Agosto de 1977 fecha en que continuamos con la exploración
del río Sagua pero ahora dentro de la propia ciudad en lo que llamé: “Arqueología de los Zanjones” que se efectuó entre los años 77 y 78 (ver capítulo).
En este Sitio "Cueva del Campamento A" encontré en la segunda excavación un elaborado
sumergidor de redes que al principio nos pareció un idolillo. Para su confección los indios usaron una pequeña roca o estalagmita
con forma fálica. Entre la dieta aparecieron restos de tortugas y caracoles tanto terrestres como marinos, así como vertebras
de peces y restos de crustáceos lo cual hace suponer una intensa actividad pesquera por parte de los indios jumagüenses.
Con
algunas intermitencias, hacíamos arqueología y zoología a la vez, y era un año de conflictos porque había entrado en la Universidad
y además luchábamos por sarvar a los Mogotes de Jumagua de ser destruídos para convertirlos en cantera de roca caliza; redescubríamos
a la Palmita de Jumagua (ver capítulo) y veíamos vivo dentro de Cueva del Agua al cangrejo rojo por primera vez, entre otros
muchos detalles e investigaciones que se nos acumulaban de golpe en nuestro limitado tiempo. La especialización no había llegado
a Sagua La Grande aún; y tanta naturaleza virgen nos hacía Geólogos, Arqueólogos,
Botánicos, Zoólogos y Espeleólogos a la vez. No se podía abarcar tanto y ya el viejo equipo Sabaneque comenzaba a separarse
en dos grandes grupos de arqueología y de ciencias naturales. Yo prefería la segunda y así decidimos hacerlo Alfredo y yo,
pero la tentación de encontrarme rodeado de tanta virginidad arqueológica me hizo seguir incursionando (de vez en cuando)
en la arqueología sagüera por mi cuenta, y así lo he hecho hasta el día de hoy (1985)

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