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LOS CONQUISTADORES EN SAGUA
A mediado de los años setentas con el derrumbe del suelo en el patio de una casa de San Juan de los
Remedios, al Este de Sagua, apareció un túnel o pasadizo del cual nos enteramos Alfredo Pérez y yo . Sin pérdida de tiempo
partimos hacia este vecino pueblo con el objetivo de explorarlo y cartografiarlo pues se nos había dicho que este pueblo está
atravesado por una extensa red de los mismos; pero luego de una larguísima odisea con el dueño de dicha casa y luego con el
gobierno local, nos quedamos con las ganas de bajar a su interiror y solo pudimos ver su tenebrosa e invitadora entrada.
No obstante el viaje a Remedios no fue del todo estéril; era la primera vez que lo visitábamos por
lo que decidimos reconocer hasta el último rincón de esta interesantísima ciudad colonial. El director del Museo de Historia
nos permitió hospedarnos allí por varios días y entre visitas y conversaciones con los más destacados intelectuales de la
ciudad surgió un tema , hasta el momento desconocido para mí, el cual se ha convertido desde aquel entonces en otra de mis
obsesiones investigativas; me refiero al paso de la expedición de Pánfilo de Narváez por el Territorio Indio de Sabaneque
y cuyo punto exacto se han venido disputando remedianos y sagüeros desde fechas muy lejanas por culpa del comentario o suposición
de un historiador. Los hijos de Remedios, en su gran matoría, afirman que el sitio de estancia de Narváez junto al Padre de
las Casas estuvo en Caibarién, mientras que por otra parte los sagüeros afirman que todo ocurrió en "Territorio de Sagua la
Grande". El asunto es que, contándose con muy pocos datos históricos no es de extrañar que casi 500 años después los hechos
se muestren muy confusos, pero también no es menos cierto que existe un poco de capricho regionalista entre los defensores
de ambas tesis, esto lo he comprobado personalmente cuando al relatar los hechos exactos delante de sagüeros y caibarienenses,
ambos automáticamente se dividen en dos bandos de opiniones a favor de sus respectivos pueblos y esto está mal, pues esta
no es la forma más séria de discutir el fenómeno.
Pero veamos, según el Padre Fray bartolomé de las Casas, que fue lo que sucedió por aquellos días
de 1511 cuando después de pasar "Cuyba y Camagüey por el camino que llevaban, y porque la gente de los pueblos que estaban
a los lados del camino, codiciosa de ver gente tan nueva, y en especial por ver tres o cuatro yeguas que allí se llevaban,
de que toda la tierra estaba espantada, y las nuevas dellas por toda la isla volaban, llegáronse muchos a verlas en un pueblo
grande llamado CAONAO, la penúltima luenga, y el día que los españoles llegaron al pueblo, en la mañana parándose a almorzar
en un arroyo seco, aunque algunos charquillos tenía de agua, el cual estaba lleno de piedras amoladeras, y antojóseles a todos
de afilar en ellas sus espadas; y acabado su almuerzo, danse a andar su camino del Caonao. En el camino había dos o tres leguas
de un llano sin agua, donde se vieron de sed en algún trabajo; y allí trajeron algunos indios de los pueblos algunas calabazas
con agua y algunas cosas de comer. Llegaron al pueblo de Caonao a hora de vísperas, donde se halló mucha gente que tenían
aparejada mucha comida del pan de cacabí (casabe) y de mucho pescado, porque tenían junto un gran río y también cerca la mar".
Hasta aquí la descripción de una aldea indígena llamada Caonao a la cual arribaron al pasar algunos
pueblos después de salir de Camagüey, sin duda alguna, un poblado hacia la costa norte de la provincia de Camagüey donde más
adelante el Padre Las Casas describe la histórica "Matanza de Caonao" que todos conocemos en los cursos escolares de Historia,
donde fueron salvajemente asesinados infinidad de aborígenes que ingenuamente observaban con asombro a aquella curiosa gente
europea y a los caballos que traían. Un triste e imborrable acontecimiento para nuestra historia.
De Caonao la expedición de Narváez partió "hacia Sabaneque" bordeando la costa y pasando algunos poblados
indígenas hasta que de pasar un "GRAN RIO" se encontró un extenso y curioso caserío donde los bohíos reposaban en horcones
sobre el agua al que los indios llamaban "Carahates". Con esta descripción me vino a la mente Isabela de Sagua la cual es
la única de Cuba que desde épocas inmemoriales conserva ese estilo "algo veneciano" de "calles acuáticas" y "aceras-muelles".
¿ No sería esta idea arquitectónica una continuación (españolizada) de los primeros palafitos indios descritos por los cronistas?.
La controversia sobre el emplazamiento de este palafito aborigen comenzó con el historiador Ignacio
de Urrutia el cual imaginó el sitio en Cayo Conuco desconociendo que existía un pueblo aun llamado Carahatas. Pero otros historiadores
como Guiteras y Guerra lo ubicaban al oeste del río Sagua la Grande.
Y continúa Las Casas su relato: "…y llegaron a un pueblo (que estaba en la ribera del mar
del norte y dentro las casas sobre horcones en el agua) llamado Carahate, la penúltima luenga, al cual puso (cambió) el padre
"Casa-harta", porque fue cosa maravillosa la abundancia de comidas de muchas cosas que allí tuvieron, de pan y caza y pescado
y sobre todo de papagayos, que, si no me he olvidado en obra de quince días que allí estuvieron, se comieron más de diez mil
papagayos, los más hermosos del mundo, que por alguna manera era lástima matallos"…
Como vemos en esta descripción el poblado se llamaba "Carahates" y allí permanecieron los españoles
por quince días, algo que sí coincide perfectamente con una pequeña población actual en la costa Oeste de Sagua la Grande
a la que se llama desde épocas muy remotas como Carahatas o Caratas. Personalmente estuve casi un año en Cayo Conuco y Caibarién
donde realicé los trabajos de taxidermia para el Museo del Mar y aprovechando mi estancia en la región entrevisté a muchísimos
vecinos en los cuales nunca encontré vestigios de alguna tradición en cuanto a este trascendental acontecimiento histórico;
pero cosa curiosa, en Caratas sí existe una cautivadora energía en la tradición oral que conservan los más ancianos del caserío
los cuales conocen la historia incluso "el sitio donde acamparon las tropas". Muy cerca de allí se encuentra el área que ocupó
"Caratas la Vieja" hasta finales del siglo pasado (XIX) y un poco más hacia el río Sagua está la Punta Pavía donde se levantaba
el poblado primitivo del cual los vecinos de Caratas estuvieron sacando horcones hasta principios de este siglo los cuales
eran aprovechados para surtir los hornos de la zona. Es cuerioso que a finales de la pasada década cuando visité Pavía o Carahates
aún quedaban algunos de los enormes troncos semienterrados en el suelo fangoso.
Por el relato de Diego Velásquez sabemos que los conquistadores salieron de Carahates y después de
cuatro días (descansando de noche) llegaron a Matanzas, travesía un poco dudosa de haberse realizado desde Conuco teniendo
en cuenta que avanzaban remando en canoas unas veces y en otras ocasiones marchaban por tierra por bosque tupidos y ciénagas
fatigosas, aunque me dicen algunos amigos de Remedios que este tiempo podría ser demostrable, nadie lo ha hecho hasta el momento
y Alfredo y yo lo hemos estado planeando aunque sin posibilidad visible debido a la carencia de recursos. Esperamos en un
futuro próximo el bondadoso patrocinio para realizar esta expedición desde Isabela hasta Matanzas en canoa de tronco hueco.
Otra prueba material de peso serían las excavaciones arqueológicas ya que obviando la habitual exageración
de las crónicas de la época, en un sitio así tendrían que encontrarse abundante restos de dieta si se tiene en cuenta a 50
españoles y 100 indios cargadores comiendo por 15 días sin contar a los cientos de residentes locales los cuales, según Las
Casas, mataron unos diez mil papagayos para alimentar a los "ilustres visitantes" . Estos papagayos o "Guacamayo Cubano" fue
una especie endémica de belleza incomparable que desaparecieron o extinguieron definitivamente a mediados del siglo pasado.
He tenido el gratísimo honor de ver el único ejemplar que se conserva disecado en Cuba proveniente de la colección Gundlach.
Sería muy importante y beneficioso para nuestra historia fijar definitivamente el sitio de Carahates
sea en uno o en otro lado; pero de comprobarse que este sitio corresponde al lado sagüero en nada debe afectar a nuestros
amigos remedianos que tienen una de las historias más antiguas e interesantes de toda Cuba a diferencia de la historia sagüera
que se remonto a solo unos 200 años. Además, definitivamente la expedición de Narváez tuvo que haber pasado por Caibarién
cuando bordeaba la costa desde Caonao hasta Matanzas y aunque honor no debe hacernos a ninguno el paso del calamitoso personaje
con esa pandilla de asesinos, el honor de la verdad hace justicia a la ciencia.
Nos esperan muy pronto dos grandes empresas en Sabaneque, un viaje en canoa de tronco hueco desde
Isabela hasta Matanzas y las inevitables excavaciones que debe hacerse en los sitios de Conuco y Punta Pavía.
Alcover, en el siglo XIX, defendió mucho la tesis del Carahatas sagüero y nunca vió razón para dudarlo,
afirmaba que esta duda solo provenía de una suposición que a forma de comentario hacía el historiador De La Torre en su libro
de Historia de Cuba y posteriores generaciones tomaron al pie de la letra como una afirmación. Quizás le huviera bastado al
historiador con darse un paseíto por Sagua La Grande.